“Sírvete del don sublime de la palabra, signo exterior de tu dominio sobre la naturaleza, para salir al paso de las necesidades del prójimo y para encender en todos los corazones el fuego sagrado de la virtud” (Regla al uso de las Logias Rectificadas, Artículo VI-I)

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martes, 20 de abril de 2010

PRINCIPIOS DE RECONOCIMIENTO ENTRE GRANDES PRIORATOS RECTIFICADOS

  1. Fidelidad a la santa religión cristiana, testimoniada por la fe, tal cual se expresa en el símbolo de Nicea y afirmada en nuestros rituales: “El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo que son Tres en Uno”.
  2. El más estricto apego a los Principios y Tradiciones, tanto masónicas como caballerescas, del Régimen Escocés Rectificado que se traducen en profundizar en la fe cristiana así como en el estudio de la doctrina iniciática enseñada por la Orden.
  3. El perfeccionamiento de uno mismo por la práctica de las virtudes cristianas, a fin de vencer sus pasiones, corregir sus defectos y progresar en la vía de la realización espiritual.
  4. La práctica constante de una beneficencia activa y esclarecida hacia todos los hombres, sin distinción alguna.
  5. La constitución de un Régimen en un cuerpo único subdividido en tres clases de las cuales dos son ostensibles: la clase masónica y la Orden caballeresca, manteniéndose éstas sin confusión ni separación alguna, y una secreta: la Profesión.
  6. La escrupulosa práctica del Régimen, integralmente y en su integridad tal como se define en el punto V.
  7. La práctica integral de los rituales auténticos, tanto caballerescos como masónicos, del modo que se establecieron en 1778, 1782, 1785 y 1809.
  8. Mantener relaciones de cooperación entre nuestros Grandes Prioratos Rectificados, establecidas a nivel de establecimientos caballerescos, y de otra entre los establecimientos masónicos (Directorios).

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