“Sírvete del don sublime de la palabra, signo exterior de tu dominio sobre la naturaleza, para salir al paso de las necesidades del prójimo y para encender en todos los corazones el fuego sagrado de la virtud” (Regla al uso de las Logias Rectificadas, Artículo VI-I)

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sábado, 7 de julio de 2012

FRAGMENTOS... Eques ab Ardenti Corde


 [...] La perspectiva willermoziana que nos guía, y pasa del mundo de los sentidos al del sentido, se aplica a: 

-       el origen, 
-       la naturaleza y 
-       el devenir del hombre.

En este sentido, pensamos que el cristianismo no es solamente una escuela de moral, sino más bien una liberación en el acceso a la consciencia psíquica, física y espiritual de las leyes ontológicas. Así mismo, creemos que el cristianismo no es el museo Grévin del pensamiento pero, como el Maestro Eckhart, recordamos que: “El hombre no debe tener un Dios pensado ni contentarse con Él, pues cuando se desvanece el pensamiento, también se desvanece ese Dios” [Pláticas Instructivas, 6.- Del desasimiento y de la posesión de Dios, Maestro Eckhart].

Sí, la Orden es cristiana y se funda en las Santas Escrituras, y en los progresos que el genio humano puede hacer en ella para nutrir a la humanidad de esta savia de eternidad.

El Cristo no es la Iglesia, aunque no hay cristianismo sin la Iglesia. El cristianismo no se reduce a ninguna definición, menos aún a los ignorantes encantamientos de los “Sabedores”. La Iglesia no tiene el monopolio del Cristo, pero lo tiene de la eucaristía. Por lo tanto, [la iglesia] es más del dogma, y la masonería del deseo. 

Nosotros también, en esencia, somos sacerdotes, reyes y profetas;  el hombre, en sus virtudes originales y primeras, está más allá de las religiones, porque él es la religión. 

Toda la naturaleza está esperando la libertad gloriosa de los hijos de Dios, recuerda San Pablo.

[…] Jean-Baptiste Willermoz, por la precisión de sus textos y la voluntaria no formulación de lo indecible, consigue a través del ritual hacer penetrar al hombre en el ministerio divino. Esta vía masónica produce por sus circunvoluciones un espejo de la pericóresis.

[…] No creo en los policías del cristianismo, fariseos de los tiempos modernos, zombis del Señor, castigadores en todos los ritos, en cualquier lugar, que a fuerza de limitar sus bajos cielos a sus ignorancias nos hacen insalubres a nuestros Hermanos… ¡sus certezas son los clavos de la cruz!

Dejemos de decirnos cristianos y seámoslo.
[…]

Bruno, in ordine Eques ab Ardenti Corde, G.C.C.S.
Gran Maestro Nacional / Gran Prior de las Galias
del Gran Priorato de las Galias
“Les Cahiers Verts” n°6 (nueva serie), 2011

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