“Sírvete del don sublime de la palabra, signo exterior de tu dominio sobre la naturaleza, para salir al paso de las necesidades del prójimo y para encender en todos los corazones el fuego sagrado de la virtud” (Regla al uso de las Logias Rectificadas, Artículo VI-I)

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sábado, 8 de marzo de 2025

“El objetivo del cristianismo es idéntico al de la iniciación masónica, es decir, redescubrir la semejanza divina.”

 


“[…] Los iniciados del siglo XVIII estaban convencidos de que el cristianismo, en los primeros tiempos de su aparición en la escena de la Historia, era un “camino” espiritual comparable a lo que es hoy la iniciación en modo masónico, es decir, un itinerario transformador, un camino purificador, un compromiso secreto que procede por etapas y revelaciones progresivas, en una especie de viaje comparable al catecumenado, ofrecido a cada “alma de deseo”, para que pueda redescubrir su verdadero origen y su naturaleza esencial, aquello en lo que consiste su verdadera felicidad en este mundo y en el próximo.

El objetivo del cristianismo, como se puede leer en las declaraciones del Evangelio que hacen de la entrada y la donación del “Reino” el objeto mismo de la Fe (Daniel VI:18; Luc XII:32), es absolutamente idéntico al de la iniciación masónica, es decir, redescubrir la semejanza divina, lo que permite comprender por qué el Régimen Rectificado no duda en declarar a cada alma de deseo que ingresa en la Orden:

“Si las lecciones que la Orden te ofrece, para facilitarte el camino de la verdad y la felicidad, se graban profundamente en tu alma dócil y abierta a los efectos de la virtud; si las máximas saludables, que marcan, por así decirlo, cada paso que des en tu carrera masónica, se vuelven tus propios principios y la regla invariable de tus acciones, ¡oh, hermano mío!, ¡cuál será nuestra alegría! Cumplirás tu sublime destino, recobrarás esa semejanza divina que formaba parte del hombre en su estado de inocencia, que es el objetivo del Cristianismo, y del cual la iniciación Masónica hace su objeto principal. Te volverás la criatura amada del Cielo: sus bendiciones fecundas recaerán sobre ti, y mereciendo el título glorioso de sabio, siempre libre, feliz y estable, pasarás por esta Tierra como los reyes, benefactor de los hombres y modelo de tus hermanos.” - ( Regla Masónica, Art. IX, § II)

Jean-Marc Vivenza,El cristianismo trascendente del Régimen Escocés Rectificado, su origen y sus misterios revelados, Dervy, 2024, pp. 172-173.


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