Extracto de su obra “Los
Élus Cohen y el Régimen Escocés Rectificado”
La columna truncada [del grado
de Aprendiz en el RER], colocada en el sitio correcto y puesta en evidencia en
la Logia, es una herencia simbólica de la Estricta Observancia, pero tomará en
el Rectificado una dimensión incomparablemente superior, convirtiéndose en el
símbolo por excelencia de la “Caída” [de Adán], y recordando constantemente al
Hermano que se encuentra en un estado de lamentable miseria, que solo es un
vestigio, las ruinas de un Templo que fue antaño glorioso.
Existe
cierta audacia semántica en conferir, ipso
facto, a la columna truncada que procede de la Estricta Observancia, un
carácter íntegramente martinista (al relacionar, como se pudo sostener algunas
veces, algo apresuradamente, dicha columna con las diferentes partes de la
figura universal de Martines: terrestre, celeste, supraceleste e inmensidad
divina), cuando el sentido obvio que le fue dado cuando se crearon los rituales
es con toda evidencia, para Willermoz, el de evocar los restos desmoronados de
un edificio que conviene ahora reconstruir y reedificar en su totalidad, con la
ayuda del Divino Reparador. No obstante, si consideramos que el hombre
representa en sí mismo el conjunto del Gran Templo Universal dañado por la
Caída, no es del todo erróneo autorizarse a considerar que esta columna es como
una imagen emblemática del hombre que reproduce la imagen mucho más amplia del
Templo general universal. “El cuerpo del
hombre es una Logia, o un templo, que es la repetición del Templo general,
particular y universal” (Lecciones de Lyon, nº 4, Enero 1774). Por otro
lado, Willermoz se declaraba “depositario
de algunos conocimientos que podían adaptarse a la masonería en el caso de que
le hubiesen pertenecido en su origen”. No obstante, como resaltaba Robert
Amadou, “Willermoz insertó estos
conocimientos por dosis sucesivas y crecientes en el ritual de grados de la
Estricta Observancia Templaria, tras haber aportado al continente el mínimo de
correcciones que el contenido imponía. Bien es cierto que la Orden de los
Caballeros Bienhechores de la Ciudad Santa ha recogido la forma de la Estricta
Observancia Templaria más estrechamente de lo que a menudo se supone, pero
cambiando su espíritu, sustituyendo la Doctrina de la Reintegración de Martines
de Pasqually a la ideología templaria”. El análisis de Robert Amadou coincide
así con nuestra convicción con respecto a la columna truncada y la traducción
que conviene hacer de ella para respetar el sentido que quiso conferirle
Willermoz y no exceder, por exceso de celo, el valor exacto y el alcance
pedagógico auténtico de este símbolo del primer grado del Rectificado: “Ejemplo: en el primer grado, el cuadro
representa una columna truncada, con la divisa adhuc stat. Interpretación de la
Estricta Observancia Templaria: la Orden del Temple está decapitada, pero el
tronco permanece. Se pueden albergar esperanzas. Para los Caballeros
Bienhechores de la Ciudad Santa, se pueden igualmente albergar esperanzas, pero
en un sentido diferente: el hombre está caído, pero todavía posee el derecho de
vivir en su principio así como los medios para volver” (R. Amadou, Martinisme,
op. cit., p.21)