(Extracto de su obra: "Los Élus Cohen y el Régimen Escocés Rectificado")
El Delta radiante,
en el Régimen Escocés Rectificado, representa
la Imagen primitiva del primer Adán, que se ha hecho visible con el último
Adán, el Hombre-Dios, el Verbo Divino encarnado, el Dios hecho hombre. Esta encarnación, que fue también la venida de la
Luz, vista en el drama divino que se muestra en torno a la persona del
Salvador, enfrenta directamente la Luz a las tinieblas. He aquí ciertamente la
razón de la asimilación del mundo a las tinieblas en el texto evangélico que es
utilizado para colocar el Delta en la Logia. En efecto, alejar las tinieblas supone en primer lugar recibir al
Verbo, Luz de los hombres y del mundo,
es aceptar la acción transformadora y “deiforme” que nos propone la
encarnación, puesto que “ser
cristiano es ser en Dios desde aquí abajo y desde ahora”, ser en Dios, es decir, estar en su Luz y vivir de
su Luz….
Podría ser que Louis-Claude de Saint-Martin
tratará de esto al revelarnos la clave de este sorprendente enigma cuando nos
muestra que el triángulo es sin duda el hombre, y en otros sitios, muy
generalmente, el compuesto material en tanto que imagen general de las cosas
creadas y asimiladas a las tinieblas como pensaba Martines, y como lo da a
entender el hecho de que el triángulo de la logia rectificada esté rodeado por
la frase del Prólogo de San Juan evocando esta negra esencia del mundo, pero
que al mismo tiempo sea igualmente y en una relación idéntica, aunque en un
orden singularmente diferente de excelencia y de suprema Santidad, la Divinidad
encarnada.
El Triángulo encarnaría entonces, a la
perfección, el principio de “imagen y semejanza”, representando, ante nuestros
ojos, toda la historia del hombre desde su emanación divina primitiva hasta su
retorno en gloria por la gracia del Divino Reparador, según una suerte de donación gratuita de una parte
de la Esencia Divina que él ha, ¡desgraciadamente!, perdido temporalmente,
habiendo sido por su terrible Caída aprisionado en las “tinieblas” de su cuerpo
material, esencia y primera propiedad que está, no obstante, destinada a
retornar si obra y acoge en él la “Luz”
radiante del Verbo de Dios… La
Triple potencia en tanto que pensamiento, voluntad y acción, simboliza bien la
“Toda Potencia” de la Santa Trinidad en su esencia activa y redentora operando
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu, que envía al Verbo, tomando
forma humana, para restaurar en justicia a los hijos de Adán en su ser
original, sobre lo que nos instruye de hecho el Delta de Oriente…
La perfección del Ternario, donde el
Delta luminoso simboliza la verdad, destinado de esta forma a devolver al
hombre a su primer estado de perfección por la acción concreta del Verbo en el
mundo, confiere al Triángulo de Oriente la misión de recordarnos la primera
propiedad de Adán unida a la humanidad de Jesús-Cristo. De aquí que la constante relación ternaria en
logia se halle particularmente marcada en el Régimen Escocés Rectificado,
fundamento metafísico así como base simbólica muy particularmente resaltada en
este Rito, donde la noción de luz está constantemente referida a la
Revelación.