"Martines había designado como sucesor a Armand-Robert Caignet de Lester, o Lestère (1774-1778). Tras él, Sebastian de Las Casas (1778-1781) fue puesto en tela de juicio por Willermoz y sus amigos, así como por Jean-Jacques Du Roy d'Hauterive. Éste actuó como un Gran Soberano sin ostentar el título.
Durmiente en 1807, en sueños después, la Orden, escribe J.-B. Willermoz, perdió a todos sus Réaux-Croix en 1822. Esto se dijo apresuradamente. Sin embargo, el T.P.M. Destigny, quien falleció en 1868 o 1869, conservaba los archivos Cohen desde 1809; no fue Gran Soberano de la Orden, ni fue encargado de su mantenimiento bajo ninguna forma, salvo en la leyenda. En el siglo XX, las pretendidas filiaciones rituales son falaces; muestran a menudo gran confusión de hecho entre el Régimen Escocés Rectificado y los Élus Cohen. La Orden de los Élus Cohen fue despertada por la gracia de una filiación espiritual comprobada, en 1942-1943; Georges Lagrèze (1943-1946), luego Robert Ambelain (1946-1967), fueron Grandes Maestros; Iván Mosca, fue Gran Soberano a partir de 1967. Los hermanos operan, solos o en grupos, con autonomía, todos procedentes de la misma resurgencia”
(R. Amadou, Encyclopédie de la F.M., edition 2000)
Referente a esta “resurgencia” de la cual descienden, en el
mejor de los casos, todas las “Órdenes Cohen” actuales, nos remitiremos al
folleto publicado por el CIREM que Robert Amadou firmó con su nomen iniciático: Ignifer, que aporta la luz más
completa sobre los datos de su problema, y cuya conclusión es la siguiente,
tras haber mostrado que el sueño de una continuidad entre la Orden de los Élus
Cohen y la Gran Profesión, detentada por Georges Lagrèze (1882-1946), que algunos
pretendieron establecer, es una fantasía piadosa, sabiendo que:
“Prestando contra toda evidencia la cualidad de Gran Profeso a Lagrèze, éste no podía transmitir su eventual “iniciación de Gran Profeso”, porque uno no se convierte en Gran Profeso en virtud de una iniciación individual, sino por la admisión a un colegio de Grandes Profesos decidida con la unanimidad de sus miembros. La filiación ritual de los Élus Cohen no puede confundirse con la filiación imaginaria de los Grandes Profesos, ni con ninguna otra filiación iniciática de naturaleza ritualística. Hay ausencia de toda filiación ritual, referente a los Élus Cohen, en la época contemporánea, más allá de esta resurgencia” [El único elemento tangible sobre el cual puede apoyarse de manera válida esta “resurgencia” está por tanto únicamente basado sobre un elemento puro de “deseo”, fuera de todo vínculo histórico]... La validez de la resurgencia Cohen que podemos, a la vista de la cronología anterior, fechar en 1942/1943, fue verificada sin ambages, e incluso antes de la carta, en 1942, por la gracia de la Chose, lo cual no llegó a desmentirse después. La filiación ritual salida de esta resurgencia obtiene de ello su propia validez".
(R. Amadou, La Résurgence, notice historique CIREM, Carnet d'un élu coen, 3, 2001, p. 6)
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