“Sírvete del don sublime de la palabra, signo exterior de tu dominio sobre la naturaleza, para salir al paso de las necesidades del prójimo y para encender en todos los corazones el fuego sagrado de la virtud” (Regla al uso de las Logias Rectificadas, Artículo VI-I)

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domingo, 21 de diciembre de 2014

Fiesta de la Refundación de la Orden Rectificada en Lyon



El pasado día 13 de Diciembre, en la ciudad de Lyon, se celebró la Festividad de la Refundación de la Orden Rectificada bajo la dirección del Directorio Nacional Rectificado de Francia - Gran Directorio de las Galias, donde también participaron los Grandes Prioratos Rectificados que se han unido al espíritu doctrinal y organizativo tal como se estableció en Lyon en 1778 durante el primer Convento Fundacional, y otros Grandes Prioratos de la amistad. El Gran Priorato Rectificado de Hispania estuvo representado en esta ocasión por su Serenísimo Gran Maestro y Gran Prior y por el Prefecto de Madrid.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Phaleg: fundador de las “Justas y Perfectas Logias”.- Jean-Marc Vivenza


Extracto de su obra 
“René Guénon y el Rito Escocés Rectificado”

El libro del Génesis, en sus capítulos 10 y 11, nos enseña que Phaleg era un descendiente de Sem, uno de los tres hijos de Noé que supo preservarse de la influencia perversa de Cham. Así, el nombre de Phaleg, “sustituyendo” felizmente al de Tubalcaín en los rituales rectificados, nos indica que es claramente, y no tan solo a causa de una “piadosa locura” proveniente del espíritu perturbado de un “crisíaco” según “el amable” y caritativo juicio de algunos autores, que la reforma lionesa [del Régimen Escocés Rectificado] quiere situarse en la descendencia de Sem. Leamos sobre el particular lo que Jean-Baptiste Willermoz expone, en un argumentario circunstanciado y apuntalado del que no se puede mantener que dé signos particulares de perturbación intelectual producida por las visiones de la Señorita Marie-Louise de Vallière (1731-1814), canonesa de Remiremont, hermana por otra parte del caballero Alexandre de Monspey (1739-1807), i.o. Eques Paulos a Monte Alto, para justificar ésta erradicación de Tubalcaín convertida en necesaria, cuando la tenida del Directorio Provincial de Auvernia, en Lyon, el 5 de marzo de 1785:

“...No se ha considerado como contradicción dar al Aprendiz esta palabra de reconocimiento [Tubalcaín] después de haberle hecho dejar todos los metales que son el emblema de los vicios. En efecto, por una parte, se le enseña que no es sobre los metales que el verdadero Masón debe trabajar; y por otra, se le pone en situación de creer que Tubalcaín, el Padre e inventor del trabajo sobre los metales, sería el primer institutor de la Masonería elevada.
Si Tubalcaín fue el fundador de una iniciación cualquiera, podemos ver cuál pudiera ser su objeto y objetivos por lo que de él dicen las Escrituras, y en este siglo en que tantos Masones se ocupan de la alquimia, un Régimen que conoce los peligros de tales prácticas no debe conservar un nombre que si se ha perpetuado ha sido por la ignorancia o la falta de atención de unos cuantos que no se han apercibido de ésta relación y ésta inconsecuencia, y están por ello todavía ligados a aquéllos que se ocuparían en imitar a Tubalcaín, que fue el primero en tratar los metales.Si de esta observación se pasa al examen del tiempo en que vivió Tubalcaín, podremos apreciar que fue antes del diluvio, azote por el cual Dios quiso borrar de la faz de la tierra las obras de los hombres. Si la iniciación de Tubalcaín se ha propagado, ésta es impura, y parece importante romper todas las relaciones con ella, motivo por el que se hace dejar a los Masones los metales, emblema verdadero y conservado en todos los Regímenes, como para separarlos de aquél que los trabajó primero.Es después del diluvio, en el tiempo de la confusión de las lenguas, que encontramos la razón de la fundación de una iniciación secreta que ha debido perpetuarse y que es el objeto de búsqueda de los Masones.Un estudio de la verdad hecha desde las más puras intenciones ha conducido a aprender que es en los descendientes de Sem donde hay que buscar la fundación de la verdadera iniciación. Sem fue bendecido por Noé, y es fundado creer que Phaleg, hijo de Heber y descendiente de Sem que fue padre de todos los hijos de Heber, es el fundador de la única y verdadera iniciación, y este motivo parece determinante para sustituir el nombre de Tubalcaín por el de Phaleg. Cham, maldito por Noé, habrá tenido su iniciación: todo parece probarlo, y que su palabra de reconocimiento habrá sido Tubalcaín; es el emblema de los vicios, y conviene a los hijos de Chanaam quienes la habrán transmitido; pero debemos recordar que ha sido dicho: que Chanaam sea maldito, que sea respecto a sus hermanos el esclavo de los esclavos”.

Phaleg encarna pues, como nos ha sido ampliamente demostrado aquí por Jean-Baptiste Willermoz, en tanto que fundador de las “Justas y perfectas Logias”, la verdadera “Tradición”, la iniciación santa y pura de los “hijos de Dios” que se han mantenido en la gracia del Eterno. Por otra parte, Daniel Fontaine, en un artículo tratando sobre esta cuestión, señalará justamente esta elección prometida de fecundas bendiciones, por una juiciosa observación semántica: “...la raíz del nombre de Phaleg es PHAL y quiere decir una elección, una puesta a parte, al mismo tiempo que una germinación [...]” (D. Fontaine, À propos de Phaleg, Les Cahiers Verts nº 10-12, Grand Prieuré des Gaules, 1992). Así mismo Jean Tourniac, fundándose en las mismas conclusiones semánticas, lanza esta sabia y solemne advertencia dirigida a los adversarios del sentido que representa Phaleg para el Rectificado: “Si la profecía de Phaleg, tal como la relata la tradición judía, no es “regocijante” –y la Verdad no tiene porqué ser consolante como recuerda René Guénon- ella es altamente saludable para los Masones “que tienen dos ojos para ver y oídos para oír”, y que están atentos a los signos, como el de la Torre de Babel. La maldición profética tiene valor de advertencia divina y sería imprudente “combatir” a Phaleg, por así decirlo, sea considerándolo como descalificado por la Orden masónica a consecuencia de su presencia en los grados azules del Rito Rectificado o inversamente” (J. Tourniac, Un nom très juif dans un rituel très chrétien : un certain “Phaleg”, in Vie et perspective de la Franc-Maçonnerie traditionnelle, Dervy, 1978, p. 174).




sábado, 6 de diciembre de 2014

Las dos ramas distintas de la Tradición.- Jean-Marc Vivenza

“Caín decidió ofrecer culto a los falsos dioses o príncipes de los demonios, para que le dotasen de un poder superior al que su hermano Abel había recibido del Creador…” [61]. “Caín, primogénito de Adán, es el modelo de esos primeros espíritus emanados por el Creador y su crimen es el modelo de aquel que estos primeros espíritus cometieron contra el Eterno. Abel, segundo hijo de Adán, constituye por su inocencia y santidad el modelo de Adán emanado después de estos primeros espíritus en su primer estado de justicia y gloria divina. Y la destrucción del cuerpo de Abel, operado por Caín, su hermano mayor, es el modelo de la operación que los primeros espíritus hicieron para destruir la forma de gloria con la que el primer hombre fue revestido, haciéndole de esta forma susceptible de estar como ellos en privación divina. He aquí la explicación cierta del primer modelo que forman Adán, Caín y Abel, por los trágicos acontecimientos ocurridos” [68].
Tratado de la Reintegración de los seres, Martines de Pasqually

Extracto de la obra de Jean-Marc Vivenza
"La Iglesia y el sacerdocio según Louis-Claude de Saint-Martin":

“Pero en el origen, o más exactamente desde la brutal división que se estableció entre los cultos celebrados por Caín y Abel el Justo, la ‘Tradición’ se va a separar dividiéndose en dos ramas distintas absolutamente antagónicas y opuestas entre sí, haciendo que no sea posible conferir un carácter unívoco a la noción de ‘Tradición’, como suele tomarse en el caso de la mayoría de autores tradicionales, sino que este tiene una doble esencia, constituyendo:

1º.- una rama abeliana pura y santa dicha “no apócrifa”, pues posee los elementos  del culto verdadero y de la “Santa Doctrina” que la acompaña;

2º.- una rama cainita, positivamente apócrifa, extraña y totalmente ignorante de los elementos del verdadero culto y de la “Santa Doctrina”.

Así, los dos cultos, el de Caín y el de Abel, darán nacimiento, desde el origen de la Historia de los hombres, a dos tradiciones igualmente antiguas o “primordiales”, si se quiere utilizar este término, pero en ningún modo equivalentes desde el punto de vista espiritual. Las etapas que llevarán a buen término la Revelación del Divino Reparador participarán pues de los elementos propios de la religión primitiva transmitida por la Tradición no apócrifa, establecida desde los orígenes sobre ‘una Palabra, un Culto y una Ley’, tres elementos que fueron preservados en el seno de la larga cadena que desde Adán hasta Cristo (Abel, Seth, Elías, Enoc, Noé, Melquisedec, Josué, Zorobabel, etc.) ha sido detentora de las bases del sacerdocio confiado a Adán por el Eterno”.