El Régimen Escocés Rectificado continúa su
obra al servicio de la Orden,
a fin de custodiar “su esencia primitiva y fundamental que se pierde en la noche de los
siglos…”
|
Publicado en el
blog Semper Rectificando
En
marzo de 1935, Camille Savoire
(1869-1951) decide, tras dimitir del Gran Oriente de Francia donde era desde
1923 el Gran Comendador del Colegio de los Ritos, despertar el Régimen Escocés Rectificado en Francia, apoyándose
sobre el Gran Priorato Independiente de
Helvetia, el cual era en esa época el único detentor de la herencia de Jean-Baptiste Willermoz
(1730-1824).
Así
pues, este mes de marzo de 2015, como ha sido destacado por diversos artículos
y la reedición del libro de Camille Savoir: “Observaciones sobre los Templos de la Francmasonería” publicado en 1935, representa el 80º Aniversario del “Despertar” en Francia
del sistema masónico y caballeresco fundado en el siglo XVIIIº durante el Convento de las Galias (1778).
a) Razón para la celebración de un Aniversario.
Esta
fecha es importante por varias razones, por las cuales merece ser celebrada con
especial énfasis.
En efecto, si la voluntad
de “despertar” el Régimen Escocés Rectificado por Camille Savoire nace del
deseo de volver a traer a Francia el sistema concebido por Jean-Baptiste
Willermoz, este deseo incluía también la
voluntad de vivir la iniciación willermoziana con completa libertad, y
por este hecho de extraer el sistema de la influencia y de la dominación de
las Obediencias [1].
Es
sobre esta base, y no otra, que fue constituido el “Gran Directorio de las Galias” en marzo de 1935, siendo pues el Aniversario del acceso a la libertad el
que celebramos en el presente en marzo de 2015.
No obstante, debe tenerse en cuenta que el
ambicioso proyecto de Camille Savoire en 1935 se va a encontrar rápidamente con
la hostilidad general del mundo masónico obediencial celoso de sus prerrogativas,
deseosos de mantener el control sobre el Régimen Rectificado para poder
instrumentalizar su práctica en razón de sus objetivos (políticos, societarios,
ideológicos y dogmáticos), los cuales eran, y lo siguen siendo, totalmente
extraños a la Orden.
b) El eclipse del proyecto de Camille Savoire a partir de 1946.
Cuando
el « Gran Directorio de las Galias » fue puesto en sueños en
septiembre de 1939, durante la declaración de guerra, Camille Savoire
seguramente no imaginaba que esto iba a suponer un “eclipse” de más de setenta años
para el proyecto por el cual había luchado tanto, obrado y trabajado.
Pues
de hecho, al declarar legalmente reconstituida la Prefectura de Nanterre en
diciembre de 1946 el “Gran Priorato de las Galias” (G.P.D.G.), Camille Savoire no
solo hace desaparecer por este nuevo nombre -que no figura en la Carta patente
librada por el G.P.I.H. en 1935- la denominación histórica del “Despertar” (“Gran
Directorio de las Galias”), sino que comienza, sin darse cuenta, un largo
periodo durante el cual, poco a poco, el alejamiento progresivo de los criterios que habían presidido el retorno del
Régimen en Francia iba a intensificarse.
Y
esta intensificación del alejamiento del proyecto histórico del Gran Directorio
de las Galias comienza inmediatamente tras la desaparición de Camille Savoire
en 1951, ya que en 1958 un “Acuerdo” se llevó a cabo con la Gran Logia Nacional
Francesa, haciendo del G.P.D.G. la instancia de “Altos Grados” para el Rito
Escocés Rectificado de esta Obediencia francesa, dicha “regular” (sic) según los
conceptos de la Gran Logia Unida de Inglaterra.
Como
ha escrito Jean-Marc Vivenza en el extenso Prefacio que da comienzo a la
reedición de las “Observaciones sobre los Templos de la Francmasonería”, el G.P.D.G. se involucrará a lo largo
del tiempo en una “total y completa reorientación de la institución de
1946, convertida, al cabo de algunos años (especialmente desde la década de
1990), en una Obediencia multi-ritualística,
comprometiéndose de manera casi misionera, a través de un “Aumôniere” [Capellán], en la enseñanza de la doctrina de la religión cristiana” [2].
c) El Régimen Escocés Rectificado ha sido desviado de sus objetivos por las Obediencias masónicas.
Pero
si el G.P.D.G., al cabo del tiempo, se ha extraviado con concepciones dogmáticas que desfiguran
y corrompen por completo el proyecto de 1935, al punto de haber perdido
toda legitimidad sobre el Régimen, no convendría tampoco olvidar que las
condiciones en las cuales vive el Régimen en el seno de las diversas Obediencias
en Francia, además de otros motivos, no son muy envidiables, puesto que se
encuentra sometido a observaciones diversas y variadas que hacen imposible una práctica auténtica, tal como lo estipulan
y precisan con claridad los Códigos que fueron decretados para
organizar la vida de las dos Clases de la Orden (simbólica y caballeresca).
Además, si se quisiera dibujar un panorama
completo de las múltiples distorsiones, modificaciones, transformaciones,
adaptaciones, tanto en el marco organizativo como ritual, que se han autorizado
haciendo sufrir al Régimen desde su “despertar” en 1935, se deberían dedicar a
ello grandes volúmenes que inevitablemente provocarían en su lectura una gran
estupefacción teñida de escepticismo, y a veces incluso de indignación.
Se
entenderá mejor por qué, como se ha explicado en la re-edición de las “Observaciones sobre los Templos de la
Francmasonería” [3], Camille Savoire se
sintió próximo al discurso que tuvo Marius
Lepage (1902-1972) después de la guerra, habiendo comprendido que las
Obediencias representan finalmente, hoy en día, una amenaza real para la integridad y la fidelidad de la vía iniciática,
hasta el punto de considerar que se hace necesario constituir una alternativa a
las estructuras administrativas profanas que pretenden “administrar los Ritos
masónicos”, para vivir fuera de un marco
obediencial según las leyes y principios de la Orden, pues decía: “La Orden es de esencia indefinible y
absoluta; la Obediencia está sometida a todas las fluctuaciones inherentes a la
debilidad congénita del espíritu humano” [4].
e) La Franc-masonería contemporánea es rehén de instancias profanas de naturaleza puramente exotérica.
Camille
Savoire y Marius Lepage, como revela su correspondencia, percibieron muy bien
que “la francmasonería contemporánea se
ha convertido ya en rehén de instancias profanas de naturaleza puramente exotérica”
[5].
Ahora
bien, esta tendencia hacia el « exoterismo profano », hasta la grosera caricatura especuladora, los líos
políticos y el sectarismo dogmático, se ha intensificado aún más después, y es
de temer que perdure, yendo quizás incluso mucho más lejos en su degradación,
hasta el punto de que es muy posible que en un corto período de tiempo podríamos
llegar a preguntarnos si la Orden no debería, para garantizar su supervivencia,
separarse y alejarse definitivamente del “marco masónico”, y esto a fin de
proseguir con la misión espiritual, iniciática y doctrinal que le fue confiada
por sus fundadores en el siglo XVIIIº; decisión de retirada propuesta en su tiempo,
como se recordará, por Johan August
Freiherr von Starck (1741-1816), Eques ab Aquila Fulva,
por las mismas razones.
f) La « Refundación » necesaria del Régimen Escocés Rectificado.
Antes
de que una decisión de este tipo sea impuesta por la Historia a las
generaciones que tendrán bajo su responsabilidad, algún día, el devenir del Régimen
Escocés Rectificado, y para salvar lo que debía ser antes de que sea demasiado
tarde, en diciembre de 2012 “un ‘retorno’
a las bases fundacionales fue así deseado y considerado como necesario (…)
partiendo de la constatación de que los criterios estipulados por la ‘Carta
Constitutiva’ de 1935 son en substancia: ‘Practicar el Rito Escocés
Rectificado en conformidad con los estatutos de la Orden (…) y especialmente
mantener en su integridad las decisiones decretadas en los diversos Conventos
de Kohlo en 1772, de Wilhelmsbad en 1782 y de las Galias en 1778’ (Cf. G.P.I.H.,
Carta Constitutiva y Cartas Patentes, 20 & 23 de marzo de 1935), no estaban siendo en absoluto respetados,
sino incluso singularmente abandonados y profundamente contrariados” [6],
ha sido despertado el “Gran Directorio de las Galias”.
Esta
iniciativa histórica, designada bajo el nombre genérico de “Refundación” -porque
está en función del trabajo que se debe llevar a cabo para encontrar y retornar
a las fuentes organizativas y doctrinales del Régimen-, marca incontestablemente
una fecha importante, y no es sorprendente a este respecto que las mismas
incomprensiones y temores comparables, como en 1935 para Camille Savoire,
resurjan de forma idéntica en 2015, pues los mimos motivos que provocaron el
alejamiento de la francmasonería obediencial cuando la constitución del “Gran
Directorio de las Galias” en su época no han cambiado con el tiempo, y se dan
los mimos prejuicios, casi que en los mismos términos que en 1935, ante el “Gran Directorio de las Galias” despertado en diciembre de 2012, que prosigue la obra
“refundadora” en fidelidad a las intenciones de Camille Savoire, a fin de que
la Orden conserve “su esencia primitiva y fundamental que se pierde en la noche de los
siglos…”
Conclusión
De
esta forma, en este año del 80º Aniversario del “Despertar” del Régimen Escocés Rectificado, podemos dar gracias a la
Divina Providencia que ha permitido que
el “Gran Directorio de las Galias”, instancia histórica de 1935 constituida por
Camille Savoire, esté de nuevo activa y viva, porque nos permite celebrar,
lejos de las tierras de exilio de Egipto, la “Refundación de la Orden”, o lo que es lo mismo, el “Renacimiento del Fénix”.
En
el Prefacio de presentación escrito para la ocasión de la re-edición de las “Observaciones
sobre los templos de la Francmasonería”, Jean-Marc Vivenza, tras recordar la
apreciación de René Guénon (1886-1951) a propósito del proyecto de Camille
Savoir sobre el despertar del Régimen Escocés Rectificado fuera de las
Obediencias, declara: “en las presentes circunstancias,
[es] lo más deseable, si no se quiere
ver perder irremediablemente los últimos vestigios de iniciación occidental que
subsisten todavía…” [7], añadiendo, con gran
precisión: “No se puede resumir mejor,
según nosotros, el sentido y el objeto de la obra emprendida por Camille
Savoire: trabajar sin descanso, y con
coraje, en la Fe, la Esperanza y la Caridad, mientras persistan los últimos
vestigios de iniciación occidental que subsisten todavía, de forma que las ‘almas
de deseo’, de hoy y de mañana, puedan encontrar un camino verdadero y auténtico
que conduce realmente al ‘Santuario
de la Verdad’” [8].
Notas :
1. Es el 17 de abril de 1935, cuando
Camille Savoire dimite del G.O.D.F., que en su última tenida en calidad de Gran
Comendador señala: “He resuelto…
retirarme del Gran Oriente de Francia y recuperar así mi completa libertad de
acción…”
2. J.-M. Vivenza, Prefacio, in Camille Savoire, Regards sur les temples de la Franc-maçonnerie (1935),
re-edición de La Pierre Philosophale, 2015, p. 72.
3. Ibid., p. 75-77.
4. M. Lepage, L’Ordre et les Obédiences, Histoire et Doctrine de la
Franc-Maçonnerie (La
Orden y las Obediencias, Historia y Doctrina de la Franc-Masonería),
Dervy, 1956, p.8.
5. J.-M. Vivenza, Prefacio, op. cit., p. 75.
6. Ibid., p.73.
7. R. Guénon, El Velo de Isis, diciembre 1935,
in Études sur la Franc-maçonnerie et le compagnonnage,
Éditions Traditionnelles, t. I, 1964, p. 90.
8. J.-M. Vivenza, Prefacio, op.cit., p. 89.