[...] La perspectiva
willermoziana que nos guía, y pasa del mundo de los sentidos al del sentido, se
aplica a:
- el origen,
- la naturaleza y
- el devenir del hombre.
En este sentido, pensamos que el cristianismo
no es solamente una escuela de moral, sino más bien una liberación en el acceso
a la consciencia psíquica, física y espiritual de las leyes ontológicas. Así
mismo, creemos que el cristianismo no es el museo Grévin del pensamiento pero,
como el Maestro Eckhart, recordamos que: “El
hombre no debe tener un Dios pensado ni contentarse con Él, pues cuando se
desvanece el pensamiento, también se desvanece ese Dios” [Pláticas Instructivas,
6.- Del desasimiento y de la posesión de
Dios, Maestro Eckhart].
Sí, la Orden es cristiana y se funda en
las Santas Escrituras, y en los progresos que el genio humano puede hacer en
ella para nutrir a la humanidad de esta savia de eternidad.
El Cristo no es la Iglesia, aunque no hay
cristianismo sin la Iglesia. El cristianismo no se reduce a ninguna definición, menos aún a los ignorantes encantamientos
de los “Sabedores”. La Iglesia no tiene el monopolio del Cristo, pero lo tiene de la eucaristía. Por lo tanto, [la iglesia] es más del dogma,
y la masonería del deseo.
Nosotros también, en
esencia, somos sacerdotes,
reyes y profetas; el hombre, en sus virtudes originales y primeras,
está más allá de las religiones, porque él es la religión.
“Toda la
naturaleza está esperando la libertad gloriosa de los hijos de Dios”, recuerda San Pablo.
[…] Jean-Baptiste
Willermoz, por la precisión de sus textos y la voluntaria no formulación de lo
indecible, consigue a través del ritual hacer penetrar al hombre en el
ministerio divino. Esta vía masónica produce por sus circunvoluciones un
espejo de la pericóresis.
[…] No creo en los policías
del cristianismo, fariseos de los tiempos modernos, zombis del Señor,
castigadores en todos los ritos, en cualquier lugar, que a fuerza de limitar sus
bajos cielos a sus ignorancias nos hacen insalubres a nuestros Hermanos… ¡sus
certezas son los clavos de la cruz!
Dejemos de decirnos
cristianos y seámoslo.
[…]
Bruno, in ordine Eques ab Ardenti Corde, G.C.C.S.
Gran Maestro Nacional /
Gran Prior de las Galias
del Gran Priorato de las
Galias
“Les Cahiers Verts” n°6 (nueva serie), 2011
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