Final de los Tiempos:
“El día del Señor llegará como un ladrón; en aquel día,
los cielos, con ruido ensordecedor, se desharán;
los elementos, abrasados, se disolverán,
y la tierra y cuanto ella encierra se consumirá”
2ª Epístola de San Pedro 3:10
“…[la
materia general] se eclipsará completamente al final de los tiempos
y se
borrará de la presencia del hombre
como un cuadro se desvanece de la imaginación
del pintor”.
Tratado de la
Reintegración (§ 93), M. de Pasqually
“… y el
universo entero se borrará tan súbitamente
que la voluntad del Creador se hará
oír;
de manera que no quedará el menor vestigio,
como si jamás hubiera
existido”
Jean-Baptiste
Willermoz - ISGP (LF)
"...toda la Naturaleza es volátil y solo tiende a evaporarse; lo haría
incluso en un instante si lo fijo que la contiene le perteneciera, pero este
fijo no le pertenece, está fuera de ella, aunque actúe violentamente sobre
ella. Nunca forma una alianza con él si ésta no comienza por su disolución".
Louis-Claude de Saint-Martin - Tabla Natural, VI Nuevos Cielos y Nueva Tierra:
“Pero esperamos, según nos lo tiene prometido,
nuevos cielos y
nueva tierra, en los que habiten la justicia”
2ª Epístola de San Pedro 3:13
“Y entonces
vi un cielo nuevo y una tierra nueva
-porque el
primer cielo y la primera tierra
desaparecieron…
Y vi la Ciudad
Santa, la nueva Jerusalén,
que bajaba
del cielo, de junto a Dios…”.
Apocalipsis
21:1-2
LA JERUSALÉN CELESTIAL:
El templo
sucesivamente construido, destruido y reconstruido, desaparece,
como
desapareció el templo de Salomón,
siendo la meta final la Jerusalén Celestial,
la Ciudad Santa donde ya no hay Templo.
(Ritual de Maestro Escocés de San Andrés)
“El Señor
Todopoderoso es el Templo así como el Cordero”.
Apocalipsis
22:3
“La ciudad no
necesita ni de sol ni de luna que la alumbren,
porque la
ilumina la gloria de Dios,
y su lámpara es
el Cordero”·
Apocalipsis 21:23
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